Del hombre de mi vida, del Colo Colo y otros cuentos

Anoche, cuando ya había decidido dormirme (a eso de las 4 de la mañana) de pronto y por alguna razón que ya no recuerdo apareció nitidamente su imagen y hasta su aroma en mi memoria, ese hombre, que importante ha sido para mi, definitivamente, hasta este momento, es el hombre que más me ha querido y al que más he querido yo, su amor nunca tendrá comparación, pero en el amor no se trata de comparar sino de sentir, y creo que a él le entregué mis sentimientos sin filtro, confiadamente, nunca me decepcionó...

Seguramente no fue perfecto, pero yo siempre lo admiré y quise parecerme a él, aquí es donde aparece Colo Colo, llegué a convertirme en una experta en el tema del futbol, ahora no dudo que si él hubiese disfrutado de la lucha libre yo tambien lo hubiese hecho, el amor nos lleva a hacer cada cosa... tema para otra publicación...en el fondo lo que buscaba era acercarme a él, compartir sus aficiones, disfrutar sus alegrías y enojarme con él ante las derrotas, lo compruebo ahora que ya no está y eso de ver futbol dejó de interesarme hace rato, solo me detengo nostálgica ante esos típicos programas que muestran una y otra vez las glorias deportivas del pasado nacional, (Colo Colo 92.... campeón campeón campeón hay uno solo, como leen aun quedan vestigios de una afición de tantos años)... tampoco me interesa ya tomar un serrucho o un martillo, no se trataba de maestrear, sino de estar junto a él, de ver sus manos humildes y trabajadoras creando algo... me maravillaba, lo seguía como una sombra, él me dejaba y me hacía partícipe de sus cosas.

Con él aprendí de que se trata el placer del silencio, no hacía falta hablar por hablar, acompañarnos era suficiente... la complicidad que teníamos, la lealtad que formamos desde que comenzamos a hacernos amigos creó entre nosotros un lazo indestructible...

Son tantos recuerdos los que me invaden, lo veo esperándome afuera del colegio y sonreír al verme, siempre lo hacía, lo veo defenderme lealmente frente a mi abuela o mi mamá cuando alguna de mis trevesuras dejaba consecuencias en el moviliario familiar, lo veo llevándome algún regalito el día de pago a pesar de que la plata no era precisamente lo que sobraba en esa época, lo veo con cara de preocupación sentado junto a mi cama cada vez que las amigdalitis, neumonitis, faringitis y demases me dejaban en calidad de bulto, veía en su mirada que de serle posible él hubiese sufrido los malestares por mí, me miraba, ponía su mano sobre mi cabeza para ver si tenía fiebre y me ofrecía llevarme la tele para que viera los "monitos" (dejáme que me llame la consentida... jajaja), lo veo declarar,(ya en el último tiempo, cuando el alzheimer se apoderaba por largos períodos de su mente) como algo de lo mas natural ante mis tíos que a pesar de querer mucho a todos sus nietos era a mí a quien más quería, casi me morí, que manera de interesarse por mi, de querer lo mejor siempre, de hablarme de Dios, pero no dando la lata, enseñandome de que se trata el amor de padre, de uno de verdad...

Me miro y veo mis ojos que son un poco sus ojos, mas que algo fisico se trata de la expresión que veo en ellos, la capacidad de observar y rexlexionar tambien las compartimos...que pensarías de mí si me vieras hoy? algun día me lo dirás, tengo certeza de eso, por ahora sólo quiero decirte gracias Tata, fueron sólo 14 años juntos acá pero bastaron para sembrar algo hermoso en mi, te amo mucho.

Daniela Martínez

(y a mucha honra)